Este 29 de noviembre Madres por el clima Murcia, junto con otros colectivos, salimos a la calle y os invitamos a reflexionar en pleno corazón de la zona más comercial de Murcia. Allí os leímos esta carta:
Hola. Estamos aquí pero, a pesar de ser Black Friday, no hemos venido a comprar.
No porque no compremos, todos y todas compramos, porque es algo necesario pero ante la emergencia climática que vivimos, en un día como hoy donde “nos tientan” por todos lados a comprar, os invitamos a reflexionar sobre nuestro papel como consumidores y a hacernos algunas preguntas:
¿Compro solo lo que necesito?,
¿compro por necesidad o compro para pasar el tiempo y divertirme?
¿Lo que compro, lo podrían comprar todas las personas del planeta?
¿Me fijo en las etiquetas de la ropa que compro para ver quién y dónde se ha hecho mi ropa? ¿Me doy cuenta cuando elijo un producto de cuántos envases lleva?
¿Me llevo mi propia bolsa?
¿Por qué no compro de segunda mano?
¿Me puedo permitir comprar todo lo que compro o estoy pagando mis propios excesos?
A veces salimos a comprar por necesidad pero otras para darnos un capricho, o para quitarnos las penas sin darnos cuenta que, tal vez, nos lo podamos permitir pero ¿se lo puede permitir el planeta? ¿y el resto de sus habitantes? Con poco que nos paremos a pensar nos damos cuenta que podríamos prescindir de más del 50% de lo que tenemos y que seguiríamos siendo igual de felices o infelices.
No se trata de cambiar de combustibles para que todo el mundo pueda consumir lo mismo que los más ricos. Si lo pensáis bien, no es el desarrollo sostenible a lo que tenemos que aspirar sino a decrecer para conservarnos como especie en la tierra, aunque sea por puro egoísmo y por proteger a las generaciones venideras. 7500 millones de habitantes, un solo planeta al que le arrancamos recursos no renovables sin pestañear y que pierde cada 15 minutos una especie... a este ritmo la tierra no puede regenerarse. Dicen que con este nivel de consumo en 2030 necesitaremos dos planetas. Consume con cabeza.
Tomemos consciencia. Repite tres veces antes de comprar ¿de verdad lo necesito? Todo lo que compro tiene detrás una historia con protagonistas. Pregúntate, ¿quiénes lo han hecho, qué edad tienen, en qué condiciones, han ganado un sueldo justo... ? Lo que te has comprado ¿cuánta agua, petróleo, gasolina, productos químicos, humo, residuos, ... ha costado? Cada gesto cuenta, cada compra cuenta… y cuesta, tiene un coste mucho mayor que el dinero que pagamos por ella. Como consumidores tenemos una fuerza tremenda y el primer acto de responsabilidad sería dejar de comprar todo aquello de lo podemos prescindir. A ello os invitamos.
Comments